MUSICA ONLINE

jueves, 27 de febrero de 2025

El Perdedor tiene que caer.

Que me regalaran; no.

Mejor aún.

Que tuviera que trabajar por un retorno en el tiempo.

Llévame a ése momento..

Y yo por completo me entrego.

Cambiaría muchas cosas, para que mi hoy; que mi presente, sea diferente.

Y desde ése lapso en que te conocí, es un tesoro en mi memoria.

No cambiaría nada, absolutamente nada.

Eres lo mejor que me ha pasado en mi historia.

Pero sí.

Si cambiaría una pequeña cosa, y no es de ti.

Sería sólo de mi paranoia.

De aquel error que cometí, con el que te alejé de aquí.

Y ahora te quiero sentir.

Volver a sentir como te dabas a mí, entonces yo fui feliz.

No, no te olvidé, y tu lo sabes bien.

Nowell.

Regresaría para combatir mis miedos, mi desconfianza.

Lo haría para que hoy.

Pudiera ver tu espalda desnuda.

Agitar en nosotros océanos de cariño y placer.

Navegarte y besarte donde diga el querer.

Nowell. Eres lo mejor que me ha pasado en mi historia.

De ti, no cambiaría nada. Nada.

Mas sé que hoy, me ignoras, y me duele y en silencio debo llorar. Solo y llorar.

¿Por qué me amarré a tu sonrisa, tu mirada y a tu piel, como labrada con cincel?

Y como la canción de la Pantoja, cantaría:

¡Porque me gusta a morir!

Porque llegaste y calaste mi piel

Siento unas ganas inmensas y ternura a la vez.

Quisiera hacerlo contigo, Nowell.

Eso quisiera. 

Pero sólo me queda, verte a la distancia y añorarte. Eso es.



martes, 18 de febrero de 2025

Bien

¿Será hipocresía, que a pesar de todo, siempre se diga, estoy bien?

Es que, desde que llegaste a mĺ, siempre y sobre todo, puedo decir, estoy bien.

Y aunque sólo me usaras.
Creo siempre pensaría, ¡está bien!
Te seré sincero, si te digo esto.

No quiero pasar por prueba alguna.
O congoja. Ninguna.
Mas si hasta a mi llegan, tu mano me prometes.

Ya no quiero serte infiel.
Y ya no importa donde yo me encuentre.
Importa con quién.
Si tu estás conmigo, todo va a estar bien.

Me haces sentir dichoso, cuando tu calor envuelve todo mi ser.

Posas en mi tu mano, y en la tormenta, me llenas con tu gozo.
Lo que das, es más que carne y piel, es más.
Tu amor me  hace tanto bien.
Ojalá pudiese vivir contigo así.

Siempre.


Pero soy tonto, débil y te he lastimado, soy cruel.

Sin quererlo, ¿o lo planeo?, y con tus sentimientos suelo jugar.
Cosas que te ofenden y nos hieren.
Y cuando mis tonterías me hacen llorar y gritar.
Tu corres a donde mí.
Mis lágrimas buscas enjugar.
Que el dolor salga dejándole fluir.
Con ternura me abrasas, yo sé que me amas.
Y tu amor es como ungüento.
Un delicioso trago de miel.

Separas la amargura, se ignora la soledad.
Y si no es contigo.
¿Con quién?, nadie más.

Sí.
Sé que en algún momento yo moriré.
Pero cuando muera, si tu estás conmigo.
Yo moriré bien.
Moriré, bien.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Mentías.


Buscando sólo un brinco, el saltillo,

     aunque al tigre dejó escondido.

Es toda una noche, despiertos y sudaditos,

     pa no dejar descansar la piel.

Abrió la red,

     siempre pensando evitar ser un maldito mujeriego.

Navegador del cyber espacio y se perdió,

     y llego a la aplicación de a web.


Tanto que allí encontró,

     pero descubrió un par de habitaciónes.

     Y un galpón,

Placer cerca de la estación, de la tentación. 



Ya pensar que tu eres esa musa que,

     siempre inspirará al despistado poeta.

Príncipe cansado,

     del camino recorrido, pero, siempre activo.

Tu el complemento.

     Pa fijar el felices por siempre.


Quiso creerte, y comenzo a quererte.

     Pensó creer que ya podía entenderte.


Ya había encontrado a alguien,

     la única persona que.

Con sus quereres, sabía como le extraía,

     De a poco la esencia de la vida.

Desatando el extasis

     y lo que todos y nadie sabe.


El tiempo pasó, y estando sobre ti.

     En una tarde gris, mirándote fijamente.

     La historia fue interrumpida.


Penetrando más que sólo en tus ojos,

     Buscando la dicha para los dos.

Fue entonces que en ti descubrió.

     Decepción. Hipocresía.


No eran tan reales tus quereses.

     Sí que tenías mucha experiencia,

     en esos placeres.



Se acabó el dinero

     y hablando de trabajo, se te escapó que.

     En algún lugar,

era parte de tus qué haceres.

     Le ponías precio a tu compañía.

Tu falta de experiencia,

     la fingías.


No siempre disfrutabas de su compañía.

     Mentías.

Así descubrió tus mentiras.

     Que tu dicha era fingida.

Sólo le envolvías, sabias cómo extraerle vida,

     lo que decías, ya lo creía.

¡Y explotar en extasis!

     ¿Mentías?

Mentías.

Se entiende el por qué dijiste.

     Verdadera amistad,

     no existía.