De la vida

Un poco de historia de un sobreviviente literal, que si antes era nadie, ahora sigue igual.
Realmente no se sabe lo que se tiene hasta que, eso, llega a faltar, se pierde o se deja escapar, no es tanta la riqueza, es saber apreciar lo que tenemos, algo que no notamos que cuando se va lo extrañamos, como, buena salud, tranquilidad y paz.
En diciembre, del año dos mil quince, un trágico accidente casi mortal, con trauma cráneo encefálico grado dos, si no recuerda mal, de ese trauma quedaron secuelas las cuales han hecho que de estos días, sean sólo existencia, y se hace cansada esta agobiante situación, además, yendo a tantas entrevistas de empleo, en las cuales siendo muy sincero, que cuando llega la pregunta sobre la salud, se expresa la verdad de lo que es ahora este existir, tal vez es por eso que dicen, usted da la talla para el puesto, usted es la persona que buscamos, lo tomaremos en cuenta, después de entrevistar a dos aspirantes más, decidimos y le estaremos llamando; pero nunca vuelven a llamar, entonces  gana más frustración, porque han sido varias entrevistas de empleo y se hace cansado todo eso, porque para todo se necesita el dinero, dinero, para todo, dinero, y hay, para casi nada, es triste porque después del incidente, ya no se ha podido avanzar, aunque vaya que, lo continúa intentando; si, hay acceso a la Internet, es gracias a alguien  que regala acceso, antes de aquel accidente; todo aunque no de todo, pero lo pagaba porque la vida era normal, siempre siendo nadie, pero no sucedía lo que sucede hoy; cuanto quisiera que fuera una realidad poder viajar en el tiempo y volver a aquella fecha y decir exactamente que hacer y que no hacer para que todo pueda continuar igual y que el accidente jamás llegue a pasar, también  decir de dos o tres errores que debe evitar, pero eso jamás sucederá en esta realidad, y ya a casi cinco años de esta situación el cansancio ya es pesado, y, ya hay necesidad de descansar, descansar de todo lo que está padeciendo ahora, se necesita un respiro y que todo vuelva a la normalidad, para poder avanzar, ¿por qué tiene que ser después, ya cuando todo sucedió,  que nos ponemos a meditar, que hicimos mal?, y de qué sirve ya, ¿no sería mejor hacerlo antes de que la desgracia pueda llegar?, la verdad, los planes a futuro eran excelentes, pero hoy sin saber cómo sería la vida si no hubiera pasado aquel accidente casi mortal, lo que ahora se puede decir con seguridad es, que ahora se sabe entender, literal, la expresión, vivir un día a la vez, pero ya es tan cansado y ya se necesita descansar, pero hay existencia y es un deber continuar, aunque sea, paso a paso y de tortuga, con simple existencia, es menester continuar hasta que llegue la completa paz, porque ha de llegar.