De sentir el
amor, a veces es puro dolor y fuego fugaz de pasión.
Y sentirme enamorando en
verdad, con los dedos de una mano lo puedo contar.
No ha sido tanto, aún contando esta
ocasión.
Pero los amores que ha abrazado éste corazón.
Han dejado tanto para suspirar.
Y también cicatrices de las heridas que me
causaron, así, nada más.
Sin importar, que soy alguien, que tan sólo
quiere amar.
Son amores que han sido difíciles, hasta para
olvidar.
Ilegales, indebidos, secretos de hostal.
Pero si hoy vuelvo a recordar, ya no duelen, es
verdad.
Son sólo cicatrices, de cada batalla, que no
tuvieron buen final.
Pero que si ahora lo puedo contar, es porque las
pude ganar.
¡Y por qué del ayer, como lecciones no puedo
retener, para aprender!
Porque simplemente tú, revoloteando, sin posar aquí; y tal vez sin querer.
Moviste los sentimientos de mi corazón.
¿Pero con el amor qué puedo yo hacer?, a veces
creo enloquecer.
El corazón se abre esperando un buen querer,
sabiendo que a veces no le va bien.
Contigo quise evitarlo, y me cerré, pero tú, me
pusiste a suspirar.
Y por más que me miento, no te dejo de pensar,
¡y sin cicatrices!; ¿en tí, qué hay?
Contigo no hubieron de esas heridas para sanar.
Pero no es sencillo para mí, enfrentar mi
realidad.
Pues de ti estoy enamorado, te estoy amando y
no te puedo tocar, y tampoco te puedo mirar.
Te busco y no te puedo encontrar. Y te
deseo a mi vera, no me importa nada más.
Sin esperar un buen final.
Pero que al menos tengamos un principio, y algo lindo para recordar.
Si no diéramos para más. Cicatrices, ¡que más da!
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