Como me duele pensarte.
Porque tu aroma es una delicia, y no lo puedo percibir, cuando me pongo a imaginarte.
El calor de tu cuerpo es tan agradable, con el calor del verano no es comparable, es agobiante. Cuando el sudor es provocado, y tú, mi corazón no aceleraste.
Me haces más falta durante el invierno, cuando el frío es penetrante, necesito de tu calor para no congelarme.
Y todo el sabor de tu ser, es algo que ansío con locura, pero no lo puedo saborear, y entonces me duele pensarte.
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Para mi sería mejor tenerte y tocarte, abrazarte y besarte, oler de ti ése aroma hechizante y también poder realmente saborearte.
¿Qué hubiera sido de nosotros, si no hubiera hecho tanto, para que decidieras escaparte?
Y vivo pensando en ti, extrañando lo que ofreciste; y sólo vuelvo a pensarte, desearte e imaginarte. Duele, simplemente duele pensarte.
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