No me diste lugar, ni opciones para enamorarte, pero me tenías idiota y babeante. Y mi mente empezó a crear fantasías, sin darme un buen lugar. Entonces una fábula comenzó a extenderse, también a difamarme.
¿Y qué, si no tenía nadie la opción para enamorarse? ¡Ahora entiendo la frase, las reglas se hicieron para romperse. Porque yo de ti me enamoré, y no se como hacerle, para ya no pensarte!
La fábula tomó forma, ocupando tanto lugar, para imaginar finales felices o un instante, apasionante y candente, pero era una simple fábula.
Pues tu desinterés, distancia y frialdad, es mi tortura personal diaria, porque ahora ya entiendo que no estarás presente. No fui nadie de tu pasado, entiendo que tampoco seré en tu futuro, porque para mi no quieres estar presente.
Y no dejo de desearte, porque algo en mi despertaste, algo con lo que tu me atrapaste.
Y alguien más quiso ocupar el lugar que en mi mente y corazón tengo sólo para entregarte. Pero me asustó, su belleza es innegable, mas me provocó terror, de ese que te cambia las ideas y el semblante.
Pero eso ya es punto y aparte, aunque su recuerdo no deja de estremecerme, es escalofriante.
Mas yo de ti, en verdad, no quise enamorarme, pero me cautivaste. No es que no seas como buena obra de arte, es exactamente por eso, que no quería de ti enamorarme.
Pero por todo; ya es demasiado tarde.Y, por los miedos, tu ya estas por otra parte. Yo quedé sólo suspirando y sólo soñándote. Aquí ya solo, diciendo una historia con mi corazón triste. Porque sólo es mi fábula en mi mente.
Sin lugar ni tiempo; sólo de un enamorado solo, incauto, iluso y negligente, con su fábula, triste, pero deseando tenerte. Mi triste fábula solamente.
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