Perdió su rumbo y su lugar

Vivía caminando cómo vagabundo, cómo un títere errante, manejado por quién no tiene control, 

Un caminante que el camino perdió, y de su destino ya está distante;

Y andaba cómo ave con alas rotas, que ya ni sabía bien, para que eran esas cosas;

En aquellos momentos en los que debía volar, su decisión era caminar, se había acostumbrado ya, sin importar que sólo fango hubiera por todo aquel lugar;

Se le había olvidado, que aquellas alas, eran para que muy alto pudiera volar.

Su corazón se entristeció, su alma se desvaneció, ya sin motivos, ni razones para la mirada hacia arriba poder alzar. 

El tiempo le estaba cegando, las situaciones le construyen una prisión y tal le parece que ya nada tiene solución.

Más el momento exacto llegó, y aparece quien tiene toda solución, y de aquel perdido caminante tuvo compasión y del laberinto en que se inmiscuyó, una salida le mostró;

Le vio caminar, y muy lento avanzar, sus alas le quiso sanar, pero el vagabundo ya no sabía cómo volar;

Le dijo: 

Tu aunque puedas caminar, no se te hizo un errante, caminante, el camino correcto puedes seguir, pero extiende tus alas, que tu fuiste hecho para volar;

Tu no eres cómo ave de corral, y por las alturas cómo águila puedes volar, extiende tus alas, que yo te  sano y te enseño de nuevo a volar.

Su corazón vida cobró, su alma se iluminó, aquel amigo le recordó, qué tan alto podía llegar, que aquellas cosas eran sus alas, para que las alturas pueda alcanzar.

El tiempo no le causó más desilusión y a cada situación aquel amigo le encontró una solución.

Su espíritu a la vida volvió, porque sabe hoy que es cómo un águila que ya vive en libertad,

Sobre las alturas puede volar con toda libertad.

Aún hay tiempo corazón.

Espejismos de un marinero.

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Perder para Ganar

Me quiero enamorar.

No quiero enamorarme de la luna y tampoco de sol, 

Quiero enamorarme de ese alguien que sea más que mi luna y mi sol,

Que sea quien me lleve a disfrutar en sus brazos de amor, 

Quien tiene un corazón que invita a soñar y avanzar, 

Que sea mi vela, mi timón y mi capitán,

En la inmensidad de esta vida que se mueve como con ondas como el mar, 

Que también sea el viento,  quien impulse a llenarle de felicidad y fidelidad, 

Y que me ayude llegar hasta su puerto, dende sólo se puede amar,

Quiero enamorarme de ese alguien que me enseñe, cómo desde la antigüedad ha sabido amar,

Quiero amar a quien a mi vino a buscar para enamorar, y todo lo que soy ganar, 

Aquel que el firmamento con sus manos trabajó y estableció los cielos para su gloria contar, 

Porque a pesar, de todo su gran poder,

En una cruz, quiso de cruel y de cierta forma morir y como flor pisoteada, destrozado quedó, 

Aunque Él es el inmortal, 

Pero lo que hizo, lo hizo para demostrar su inmenso amor y para rescatar a los que se alejaron de entre sus brazos de amor, 

Es en Él donde mi fe se debe aferrar, porque  de su vida volvió a tomar, para que yo tuviera una esperanza en medio de todo lo mortal, 

Es de quien yo deseo cada día enamorarme,

Porque en medio de tempestad y oscuridad, Él es el faro que me guíará, para llegar hasta el final,

De Él es de quien yo me quiero enamorar. 

Por amor

Uno de estos días, por esta vida, 

La lluvia va llorando, mientras la nube no puede sostener lo que en ella se ha depositado, 

Entonces la nube pasa por aquellos lugares destinados,

Y la lluvia con sus lágrimas todo va mojando, 

Todo es a propósito porque los que están abajo, agua dulce están necesitando, 

Pues aquellas son lágrimas de amor,

Amor que nunca se puede contener,

Amor que todo lo llena, es amor que pocos saben comprender, 

Porque su amor es como río que desborda sus orillas inundando de benevolencia,

A todo aquel que está bajo su poder, 

Amor que de la muerte llama la vida,

Amor que sólo por amar da su vida,

Amor que brinda un abrazo y un refugio en tiempo de tempestad o soledad,

Amor que llora por aquellos que elijen perder la vida,

Lágrimas de amor por aquellos a quienes dio vida, 

Porque un día de esta vida, se acabará la oportunidad de alcanzar su vida, 

Y, ¿a quién importará o dolerá cuando seas tu a quien le toque llorar, sólo por su amor despreciar?

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Es sólo si te atreves.

No me ves y pasas de mi moviendo la cabeza diciendo no

Porque qué puedo ver la verdadera esperanza a través de la oscuridad

No es que yo sea parte de esa oscuridad

Es por ello que puedo ver un poco mas allá algo de lo que tu no quieres mirar 

Pudes intentarlo, mas debes querer y creer

De ese sueño de fantasías ya tienes que despertar

Y correr tras la hermosura de la verdadera realidad

No te caigo bien, porque crees que no veo bien o porque tú no lo puedes hacer

Me aborreces porque tú, ves sólo lo que te dejan ver

Pero no es sólo lo que te dejan ver

Eso es sólo lo que tú estás dispuesto a ver para creer

Piensas en los límites y nada más 

Que el horizonte es el final o es donde piensas que todo comienza a descender

Pero hay algo más allá de lo que tu alcanzas a mirar 

La ceguera no es simple ausencia de luz

Porque aún viendo te niegas a ver porque no quieres creer y esto no es cuestión sólo de fe

Avanzas sólo a dónde te dejan llegar

Pero si quieres puedes encontrar, más allá del horizonte

Lugares donde se puede disfrutar y aprender 

Pero hay que despertar o sigue soñando hasta el final.

Un adiós de soledad.

Y no se cómo decirte adiós, porque nunca te tuve, pero debo decirte adiós, porque aunque aquí no estás, te hice parte de este corazón,

llegaste como el viento y sin saberlo, saciaste mi ser, me llenaste con oxígeno de amor, pero es como un secreto profundo en mi corazón, lo se, fue por algo que llevo aquí adentro, algo que no se va, algo que a mi se queda aferrado, como niño no lo comprendía, pero ahora que ya lo se, no quisiera me haga  falta, aunque es lo que me hace buscar poco o mucho de lo que hace sufrir, también es lo que me pegó a ti, como la hiedra que se adhiere a la pared y causó un sentimiento, que a mi parece amor, amor, loco amor, pero si es amor, ¿por qué me causa confusión?, y ya se me hizo un problema, porque el deseo de mi piel se entrometió y cuando te pienso, te pienso que nos hacemos uno, con fuego que arde solo y arrasador, pero arde sólo sobre mi piel y en mi interior, quemando mi razón,

manchando mi cama por tanta pasión, perdón por la gráfica explicación, y es cuando la realidad golpea con fuerza, despertando a la razón, es donde la fantasía se escapa de la mente, y es cuando el vacío se hace grande en mi habitación, es entonces que  la razón grita, no le tendrás jamás, aunque esté, no es, ni será para ti, por eso es que pienso cada día, ¿cómo puedo decirte adiós, sin tus oídos, que no me escucharán jamás y tus bellos ojos azules que no me verán marchar, cómo decir adiós a quién nunca me vio llegar?, pero debo decir, adiós amor, aunque sólo a mí cause tanto dolor, adiós amor, porque aunque tengo algo, en verdad, no tengo nada, adiós amor. 

Y por qué no decir adiós?

No hay razón para decir que no!

Y no se si le haré bien a mi corazón.

(sólo ficción) 

Veneno.

Ni si quiera un beso.

Despertaste en mi un amor como nadie lo hizo jamás,

Y me diste muchos motivos para reanimar las ilusiones,

Una bella imagen me regalaste para que en mi noche fría, pudiera soñarte,

Mi sangre hiciste hervir, encendiendo mi piel, mientras corría por mis venas.

Entonces me dije:

Es una persona, sin duda, inigualable porque a pesar de estar en aquella altura,

Me regala en su vida, un muy agradable espacio,

Que suerte haberle conocido,

Que dicha, que me permite amarle tanto.

Pero aparece y se entromete la cruel condena,

Porque cuando intentamos satisfacer la tensión de los deseos,

Y disfrutarnos las pasiones de esta vida, sus sabores expresados en amores,

Planeando ese momento en que nuestras pieles se rozarían en cada quien,

Descubriendo en ella, cada milímetro del placer,

Y por fin entregarnos y por completo.

Mas cuando llegó el tiempo de nuestro apasionante encuentro,

Qué frustración y descontento, 

Jamás puede, tocarte, tenerte y ni siquiera pude besarte, 

Nuestro enemigo la distancia, nos declaró la guerra, 

Nuestro enemigo de siempre, ahora ya se hizo  un intruso permanente. 

Pero es verdad que, fue un gran placer, al menos mirarte y conocerte.