Cómo se combate contra una adición y no me refiero a químicos que me pueden destruir lo que soy.
Estoy hablando de alguien que ahora es mi adición, necesito verte, necesito saber qué de ti, si no lo hago no puedo concentrarme.
Y creo que cause, que te molestaras por mi insistir, persiguiendo las migajas que dejas a veces para mi.
Algunas personas me ofenden sin saber nada de mi y otras simplemente quieren conocer al que escribe aquí.
Las que me ofenden me hieren, pero trato que no sea un problema para mi, e intento ayudar y sin fingir; ¿porque yo soy así? Si nadie hace eso por mi.
Pero lo que más me duele, me hiere, me lastima; es que me ignoras tanto así, que me causas reacciones como síndrome de abstinencia !ay que sufrir¡
Un deseo irrefrenable de verte y que respondas al mensaje que te envié, pasan los días y siento morir.
Porque sólo queda en, visto, y luego, sólo cantos de los grillos.
Pensé tendrías la cortesía de ser cómo mi aliciente, pero siempre cómo a perro vagabundo o a un mendigo.
Sólo migajas me vas dejando a tu paso y cuando se te da la gana, qué crueldad de ti y que estúpido de mi.
Es cuando me haces sentir peor que nadie, como basura, sin sentido ni valor.
Pero intenté de no preocuparme y que tampoco para mi sea un problema.
Aunque me consumo de amargura, solo, por dentro y en silencio, estoy ya agotado. Pero soy un estúpido porque solo yo me he causado tanto daño, tu queda libre de cualquier culpa, yo solo he sido un tonto, tu sólo existes y eres un encanto,
Por eso hoy decidí que de ti tengo que alejarme tú cómo una droga me haces daño y quiero rehabilitarme.
Y ahora en silencio y en secreto y sin que lo sepas, te digo adiós, igual, lo entenderás cuando ya no me veas suplicando tus migajas nunca más.
No volveré a recaer porque voy a rehabilitación.