En medio de un mar y aún allí entre la multitud yo respiraba soledad.
Buscando a esa persona que por la vida me quisiera acompañar.
Pero el silencio ha ahogado mis gritos que exclaman auxilio, mientras el cielo se viste de negro y brillos.
Alguna vez tropecé con alguien en mi camino, pero aún seguí buscando mi otra mitad y mi destino.
El cielo se tornó gris y comenzó a llorar, pero las gotas con sabor a sal,
No son de lluvia ni del mar, mas mi vista pudieron aclarar.
Entonces te vi y en ti me perdí.
En tus ojos, tu boca, en tu mirar.
Causa de tu alma la que evoca amor y para enamorar.
Cual dulce medicina, así llegaste tu hasta mi, sanando en mi una herida.
Y abriste a mi mundo multiples universos y cada uno de ellos es perfecto.
No se cuánto dure esto, sólo gocemos, disfrutemos del momento.
Antes de que el tiempo y la distancia se entrometan en lo nuestro,
Y si hay algo que se pueda llamar nuestro, que sea sólo nuestro.
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