Es eso.

Esta vez no tendrás que pedir

Ahora tendrás que suplicar. 

Porque si piensas que sólo vienes a levantar, algo que dejas tirado en cualquier lugar. 

Te cuento

No te será fácil

Porque ahora tienes que volar. 

Sin quieres hasta a mi llegar, si en verdad me quieres alcanzar. 

Porque abajo no me hallarás. 

Mi corazón y mi mente fueron libres;

Desde la última vez que los volviste a quebrar.

Y no es por orgullo, no es egocentrismo, no hay nada de narcisismo. 

Es que hoy ya no me siento mal, soy alegre, soy feliz y pude seguir. 

Es otro de mis renacimientos. 

Estoy vivo y de nuevo estoy decidiendo y es eso. 

Y es que ahora si que estoy viviendo.

Puede ser tal vez, porque tu ya estás bien lejos. 

Y es por eso

Porque he volado fuera de todos aquellos enredos. 

Tal vez viene algo más bonito. 

Y caminaremos como por las nubes. 

Y crearemos nuestros propio cielo. 

Algo cierto, ojalá que sea un acierto.

Es que no me había dado cuenta de que valgo más de las migajas que me dan.

Un diamante, no es simple, es más que eso. 

Es por eso.  Es eso. 

Misericordia y amor.

El único, verdadero y Santo Dios, el Soberano Rey, quien milenios atrás, mostrando las riquezas de su perdón. 

Con él poder de su palabra y mostrando su fidelidad, toma el recio viento, dividiendo en dos un mar. 

Para cambiar la historia de un pueblo que con amor los guió a un mejor lugar. 

Para que su poder a todas las naciones y edades pudieran enseñar  y hacer recordar, las reglas de su amor y bondad. 

Enseñando del único y verdadero Dios, el que es grande en misericordia y amor.

Poder, misericordia y amor. 

🎶🎵🎶

Es el Santo de Israel, Dios de la creación, Dios de nuestra salvación. 

Un Dios que divide para mejor, y de lo peor hace justos, por la gracia que derramó. 

El Dios de oportunidades, porque no está en su plan, llevar a nadie a condenación. 

Cambió la historia y dividió el tiempo en dos, para mostrar las riquezas de su poder y de su amor. 

Y dejar claro en toda su creación, que siempre ofreció refugio y salvación. 

Porque  de sus atributos, son más grandes, su misericordia y amor

Siempre lleva delante, misericordia y amor. 

Con misericordia y con leyes de amor, reyna nuestro Dios. 

🎶🎵🎶

El mismo Dios que un par de miles de años atrás, tal vez o más bien un poco más.

Sufriendo oprobio, imolado, colgaron su cuerpo en un madero , entregando de su hijo la vida, sublime demostración de amor. 

Revelando  misterio de su corazón, su misericordia por la humanidad, sublime gracia que quiso derramar. 

Para cambiar la historia de su pueblo y de toda la humanidad, dividiendo la historia en dos, para un remanente rescatar. 

Un antes y un después para la riqueza de su poder mostrar. 

Resucitando así,  para cambiar el rumbo del que le quiera seguir por amor. 

Es refugio, misericordia y amor.

Odiando el odiar

Odio ser como soy, porque quisiera hacerlo mejor, odio tener algo que no pedí yo, algo que nunca quise y ni quiero hoy, odio si se dice lealtad y confianza, cuando hipocresía es lo que más se aplica y con ello llega la desconfianza. 

Odio odiar, cuando es posible perdonar porque es posible amar y es posible ser sincero sin la muerte alborotar, odio la falsedad y que de la buena voluntad busquen en que se pueden aprobechar, y odio todo lo que hace mal.

Odio que odien, que de mi intimidad, deseo completa privacidad, odio que me amenacen con exponer lo que sucedió entre dos en una habitación, en la intimidad, porque piensan que exponerse es libertad y al contrario, odio vienen a despertar, por puro odio y deslealtad. 

¿Respeto e inclusión? Cuando sólo muestran hipocresías, chismes, burla y completa descriminacion, sin importar a quien mandan a la frialdad de un mausoleo, a esa la soledad.

Odiar el odiar, lo que si es posible; y lo que se debe odiar, intromisión, deshonestidad, hipocresía, falsedad y deslealtad, vaya que no es tan difícil de odiar. 

 

Ecos.

¿Será que nos entendimos? 

¿Será que nos complementamos? 

¿O sólo fingimos y fue una simple, pero buena actuación entre los dos?

Pero lo gozamos, hubo mutua satisfacción. 

Hipocresías bien ocultas para aprovechar la ocasión. 

Si fue actuación, fue poca la equivocación. 

Pero ya lo tengo claro, no tenemos conexión. 

Y no tengo por qué preguntar al Creador.

Porque su respuesta, es si, pero también no, porque ahora, quien decide, soy yo.

Mi acierto, o mi equivocación, mi resolución. 

Son sólo ecos de aquellos fogosos encuentros. 

Ecos de dos corazones, latiendo al compartir la vida, a su son. 

Al ritmo y la pasión, de dos amantes que están aprovechando la ocasión. 

Ecos de algo que fue, donde no existe un tu y yo, sólo deseo y confusión. 

Ecos en mi conclusión, ecos del océano de deseos, de mi corazón. 

Lejos, lejos de ti, pues tu maldad descubrí, más que estafa, eres pura extorsión. 

Créeme que no miento cuando digo que busqué una conexión. 

Que nos uniera más allá de una ardiente habitación. 

Eso que se encendiera y  nos fundiese en una fuerte relación. 

Pero no encontré el motivo para nuestra unión. 

Para entregarte mi mente, mi cuerpo y también mi corazón. 

Más de una noche y no hubo conexión. 

Más de un día y no hubo esa sensación, por tenerte con desesperación. 

No hubo nada, porque eres mala, ni tu belleza me atrapó, y en mi presente, mi propia desilusión.

Cosas de la vida.

A esta edad analizando, entre varios planes estimados, ya para éste año, uno era, tener más que un peso, y bien ganados, para poder bien gastarlos. 

Pero con el transcurrir de los días, se me fueron años; y más que un peso, de a poco, e inesperadamente fueron llegando. 

Pero el valor se fue diezmando, porque son más pesares y menos valores, de lo que fui ganando, y al notarlo, el tiempo pasó y fue pesando. 

Y quedé abrumado, pues no he aprendido a usar, ni un poco, lo que los caminos de la vida, con su tiempo, me han dejado, entonces digo:

¡Hay, como pesan los años! 

Y es lo único con peso, en estos bolsillos rotos o en la cuenta de alguno de los bancos, el vacío en bastantes años.

Y a partir de aquí, incluso, el aroma de mi piel irá cambiando, a ese olor que emana, de los que tienen más años y más peso para sumarlo. 

Entonces es ahora que tendré que pedir a Soledad, que de aquí, ya se vaya largando.

Para cuando llegue aquel tiempo, pueda ya tener, a alguien, para amar, a mi lado, y si no se va, tampoco quiero que lleguen esos años. 

Y con el análisis vuelvo a decir: ¡hay!, vaya que traen peso los años. 

Y por hoy, es el único peso que a cuesta voy llevando, con o sin valor, un peso que la balanza no mide, y aunque sea como peso muerto. 

Y de aquellos tiempos, para este momento, sólo resuenan apagados y gastados lamentos. 

Porque no se puede devolver y menos, detener el tiempo, ¡hay que días del pasado y ahora tan pesados!

Al entender el peso, por el paso del tiempo; al percibirlos por un evento o, a partir en decenas de  años.

Cuentos de una vida y el recuento de los daños, en el transcurrir de los años, y sin contar nada, pero que suman, para contar, en las cosas de una vida y sus peldaños.