Y me propongo olvidar a quien amé en verdad. Y sólo es un consuelo falaz, mientras deja de doler, que ya no está.
Pero, tan sólo con una frase, o con una canción, con el mismo amor, le vuelvo a recordar, y ya no duele, pero vaya que le vuelvo a extrañar.
Entonces llego a la conclusión, porque en verdad fluyó de mi todo ese amor:
Jamás en esta vida podré olvidar, a quien la pureza de la energía del amor, que habita en mi, pudo extraer, porque en verdad fue puro amor; entonces, jamás te podré olvidar.
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