Hoy te vi pasar. Y yo fui cómo una roca más en tu playa, pero solo, a la orilla del mar.
Tú, cómo el agua del mar, que en la orilla a cada roca baña. Un abrazo que engaña.
En mi hiciste despertar;
Las arañas que en su telar reposaban.
Dentro de mis ansias y los deseos de mi piel, que casi por morir estaban.
Porque eras a quien tanto mis ganas esperaban.
Y levantaste en mi a un pequeño danzante.
Llegaste suave cómo la brisa y me mostraste todo tu esplendor.
Llevabas el aroma del mar y del amor.
Delicia elegante, te desnudaste y encendiste entre dos, fuego de la pasión.
Derritiendo mi piel y mis deseos no importando la distancia.
Pero yo ya percibiendo tu calor.
Me trajiste alegría y me llevaste al borde de la locura.
Te vi y te dije si,
Te vi y te quise para mi.
Pero así cómo la ola que llega a la roca, la estruja y luego, luego se marcha.
Hoy te vi pasar.
Sentí tu abrazo y tu calor y quise probar tu sabor.
Mas fue tan instantáneo tu arribo y tu partida; y yo solo cómo roca.
Fue tan pasajera tu entrega, que ni un poco de sal arrancaste de mi.
Aunque la vida gozosa y cómo loca; por ti empezó a fluir.
Y; Te vi y te dije si,
Te vi y te quise para mi.
Cuando moría lento, solo, por dentro.
Llegaste así de repente, me abrazaste y pronto te marchaste.
Y ahora me petrifico más a cada instante, pero sigo insaciable.
Porque te vi y te dije si.
Te vi y te quise para mi.
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