Lo que queda.

 Y su recuerdo es lo único que, en mis adentros resuena. 

Como eco en capilla vacía. 
Marcado el correr del tiempo sin pena. 
Con sus campanas que convocan y claman. 
Porque sólo me quedó el olor de su cama.
El gemir de su gozo, en jugueteos y retozo. 
Cuando nuestra carne ardía, quemando deseos en su llama.

¡Cuántas otras historias, que quedaron grabadas!
Pero es a su lado, que mis recuerdos permanecen atrapados. 
Como en una jaula de acero. 
Sin importar un nuevo y apasionante momento, pues mi pensamiento. 
Siempre; y sólo trae a mi memoria. 
Aquel exitante y extaciante aroma, que creamos en sus sábanas.

Y qué importa lo bueno, de lo nuevo. 
Pues sólo su recuerdo es el que queda. 
Y tal vez así será. 
Hasta que en el polvo, solas queden mis canas.
Llegó y en mi cerebro se grabó. 
Su recuerdo quema mi piel, cuando se encienden las ganas.
Pero se escapó y es lo que queda.

Apenas.

Belleza de ángel, de mi cielo la dulce maravilla.

Cuando te acercas me estremeces y por eso te quiero.

Ven abre tus alas como al viento, quiero llenarte de mis quereres.

No te quiero volando lejos, y no nos hagamos los inocentes. 

Sueño estrujándote entre mis brazos.

Quiero siempre para ti estar preparado. Para cuando apenas y te acerques, me aprietes y me lleves.  A volar por tus glorias, que en mi mente has grabado.

Apenas y en un instante, y ya te estoy amado.

Apenas al sentir tu cabeza aquí en mi pecho y quedé amarrado.

Y ahora vivo deseando. 

Despertar todas las mañanas en mi cama, contigo encadenados.

Tu siendo mi deleite. 

Has que se moje toda mi piel y constantemente.

No me hagas y apenas sudar, volemos en pasión ardiente.

Angel de mis deseos, has que mis sueños, sean una realidad en la vida.

Se siempre mi dulce compañía, con tu belleza que me hipnotiza.

Y no me sueltes por la noche.

Menos descansemos durante el día.

En la piel sepultemos las penas y disfrutemos de las alegrías.

Que tus alas se abran ante mi rendidas.  Y nuestras extremidades, no queden apenas adoloridas. Amémonos pues yo sé, que no somos tan diferentes, disfrutemos de las glorias exquisitas.

Ángel.

 No se como fue pero le encontré.

 Y pude descubrir que hay un ángel allí.

Que podría ser para mi.

Pero le fallé, sé que le hice daño y no se cuánto.

Me alejé del ángel que me cautivó.

Pero quedé deseando.

Acariciar su alma. Su corazón.

Decir te quiero, es lo que quiero.

Y lo que me detiene.

No sea más un impedimento.

Soñando que sin pensarlo.

Abres tus alas regalándome una oportunidad.

Para acariciarnos entrelazados, para entregarnos todo el amor.

Porque quieres sentirme tan dentro de tu piel, como yo el sabor de tu miel.

El ángel que cautivó a mi corazón.

Que pudiésemos ser una unión, que vuela en libertad.

Sin nada, ni nadie que se sienta defraudado.

Si tú y yo, a cada momento nos entregamos.

Aunque sea por ahí tirados.

O por los aires, a donde mi ángel me pueda llevar. 

Que pose, o el lugar no importe.

Con nuestro sexo nadie salga dañado.

Eres el ángel, a quien quiero entregar toda mi pasión.

Que no.

 Tratando de una nueva historia empezar, nuevas fantasía para explorar, en una antigua, pero presente realidad. 

Retomando algún reto olvidado, que no era tan sencillo, ni difícil de alcanzar; y olvidar lo que significó, algo entre tu y yo. 

Que no.  Que no puedo dejar de imaginarte, encendiendo en mi aquella llama agitada. 
Que no.  Que no paro de pensarte, y por más que trate, tu bella imagen no puedo fingir olvidada. 
Que no.  Que no sé a que juega mi mente, pues perturba la tranquilidad que esta bastante ausente. 
Que no.  Que no lo aguanto aquí en el frío de esta soledad, pensando en el calor de dos en unidad. 
Que no lo puedo ya soportar. 

Que mi corazón no da pa más, y el deseo me traiciona porque no estas para mi sed saciar.  Esta sed de poseerte más, ¡qué yo te quiero entre mis brazos nomas!  Y no, no son dos las que mis desvelos atrapan, son más, las torturas en esta triste cama, casi vacía y con sábanas sudadas.


Son horas, tres corridas, son tres seguidas, que no permiten dormir en calma, porque tu espalda no siento al tener la almohada entre mis brazos. Y la humedad marcando surcos en mi piel calada, es el llanto del alma, pues lejos estoy de tus labios y de tus piernas blancas. Son lágrimas que no se detienen, por los deseos del alma con sus vías de sangre, como fuego, doquiera para y la noche hace larga.

Tus vestidos blancos.

 Esos tus gloriosos vestidos blancos, más puros que la  nieve, radiantes más que luz del sol, como un fuego blanco que vi de ti manar, y abrazándome, mis pesares y tristezas, me haces olvidar, allí sintiendo tu inmenso amor, quiero mi lugar.

Es tu belleza que me atrapa y mis ojos no pueden dirigirse a otro lugar, hipnotizaste mi mirada porque tu hermosura es sublime e infinita, con  nadie, ni nada se puede comparar.

Estar siempre a tu lado, contemplar tu hermosura y sentir todo el amor que me das, cuando me envuelves en tus brazos, es lo que anhelo más, porque nunca he sido más libre y dichoso, que estar siendo amado por tu amor tan glorioso.

Cuando me tocas, siento tus caricias más suaves que el más tranquilo viento, y yo de ti siempre vivo sediento, deseo estar recibiendo de tu amor a cada instante, y no quiero pedirte más, sólo recibirlo así, como tu me lo quieres dar.

De tu amor que nunca se acabará.

Tu luz de amor que me ayuda a atravesar, esta fría, densa y desolada oscuridad, donde la hermosura de tus vestidos como fuego blanco, en la oscuridad de la noche el camino me va iluminando, para que hasta ti pueda llegar.

Yo también quiero demostrarte que te amo, no sólo decir palabras, que el viento se las puede llevar, sé que, con tu glorioso amor me quieres abrazar,  y yo de ti siempre quiero ser y poderte contemplar hasta el fin y por la eternidad.

Soledad

¡Que me siento tan solo! Y nunca me habías tratado así, soledad.

Siempre has estado a mi vera y nunca había percibido tanta ausencia y tristeza.

Y es por un adiós con alguien que desde la distancia, nunca pensé que me iba a hacer sentir tan real.

¡Que me hiere esta tristeza, soledad! Y siento que muero, porque sé que nunca volveremos a ser dichosos, ¡qué calamidad!

Peor aún y más, por mi cobardía, que me carga de frustración y pesar, por huir con miedo de volver a sentir, con alguien que, con pocas palabras hizo a mi corazón palpitar.

Por esta cobardía me eché a huir soledad, como malhechor que debe escapar de la autoridad.

¿Por qué me haces sentir así soledad?, casi siempre has estado aquí, pero nunca te había visto tanto así.

¡Que me siento abandonado! Y es ahora que conozco tu frialdad y un vacío que devora porque hubo alguien que importa en verdad.

Soledad, ¡qué mi corazón se expande cada vez más al amar!, y temo que en un instante llegue a explotar, por favor, ya no me permitas volver a amar.

Nowell.

 Nowell, hermoso nombre que inspira lo que este significa: Natal, vida, nueva vida, nueva esperanza, y que a mí nueva primavera regaló. Porque para mí aún más significó, maravilloso y dulce amor, carisma y belleza que me cautivó y éste amor no se calló.

Musa que tantos poemas me inspiró, con sus ocurrencias se hizo un bonito nido dentro de mi corazón. Pero era imposible y lo bonito, tristemente terminó y la única manera de remediarlo, aunque me hiera y me hiciera llorar, era un buen adiós.

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¿Por qué se tiene que llorar? ¿Cuáles son las razones para llorar? 

Se llora por el dolor. Se llora por la tristeza. Se llora por un adiós. Se llora por el amor. Y yo te lloro en silencio y en soledad, mientras se quiebra mi corazón.

Y hasta de tanto reír, las lágrimas también pueden brotar, mas esta no es esa ocasión. Pues lloro dentro de mí y no me puedo carcajear. 

Pero no llora, quien no tiene sentimientos y menos de carne tiene el corazón. 

Yo ya he llorado dos veces, por amor.

*******

¿A dónde te vas mi amor? El sollozo, el llanto, la tristeza y el dolor, ¡que los dejas aquí al lado de mi corazón!

Y aunque el amor que nace de mi se quedará llorando aquí, porque no nos volveremos a unir, sólo los poemas en los recuerdos quedarán. 

Duele reconocer que ya se acabó y sólo me abrazó la soledad; lloraré este adiós, pero es lo mejor y por un tiempo no se sentirá bien.

Así que; adiós Nowell, adiós mi bello amor, yo trataré de olvidarte, Nowell.

¡Por qué!

¿Por qué tiene que ser así? Si lo prohibido a él le dijo, que sabía mejor, desde la época cuando él no sabía de su color y su sabor, es un secreto no tan en lo secreto, de la carne y su pasión. 

Y ahora que ya el tiempo corrió, ahora que ya sabe de lo terrible que es conocer de su color y su sabor, fue en el mismo momento cuando la carne sucumbió, él sabe que se puede disfrutar, pero que también marca y hasta el matadero puede llevar. 

Hoy sólo queda vacío y soledad, desconociendo que es lo que deparará, el dueño del lo desconocido, ¿qué decretará para el que finjio jamás haber conocido?, será benevolente o aquél incauto se quedará desamparado y siempre olvidado. 

Y aquí, él deseando vivir siempre en anonimato, y que nadie se llegue a enterar, pero aquí mismo existe alguien que odia su lugar, íntimo y sagrado, queriendo exponerle al público y su escarnio, mientras que en el escondite secreto, es feliz aquel incautó. 

¿Por qué tiene que ser así, por qué entrometerse en la intimidad del que quiere estar viviendo su intimidad, como un ermitaño? Analizando sus deseos, sus indecisiones, sus complejos y sus fracasos. 

¡A quién le quedará la culpa!, cuando aquel discreto, incautó y solitario, inmole su vida, porque le expusieron como un imperdonable pecador, abominable, sin derechos, sólo como un bufón. 

¿Por qué tiene que ser así?, porque aunque él sabe que hasta éste tiempo sí que lo buscó, no recuerda a ciencia cierta, si fue él quien así lo pidió o lo deseó. 

Entonces:

¿Por qué tiene que terminar así? 

Crónica. / Chornicle.

Crónica. 

Llegó la primera que con su belleza me cautivo, Nueva Esperanza, yo de ti perdidamente me enamoré, viví sólo deseándote porque a la distancia me mostraste de tus glorias y no las pude obtener, y de mi te fugazte, por nada importante y por eso sufrí tanto. 

Y hubo alguien, Free Joy, quién a mi se asercó, con quien si gocé y disfruté, belleza para degustar; pero de muerte me lastimó y jamás le volveré a buscar, fue su decisión, la que me hizo detener. 

Entonces otra belleza llegó y también se me asercó, Angelical, magníficas fantasías me despertó, pero el miedo me invadió. 

El miedo de enamorarme, que como confidente le pudiera tener y entablar una hermosa amistad, tanto, que ya no me pudiera detener, entonces fui yo quien como tonto se echó a correr. 

Tuve miedo de enamorarme otra vez y ya no poderme detener; aunque siempre pienso con amor, en la primera belleza que con tanto carisma me cautivó. Su nombre significa, New Hope. 

The fear of falling in love, that I could have one confidant and begin up a beautiful friendship, so much so that I couldn't stop me anymore, so it was me who, like a fool, started running.

I was afraid of falling in love again and not being able to stop myself; although I always think with love, of the first beauty that captivated me with so much charisma. The name means. New Hope.

Sólo, un tonto solo.

Un tonto que quizás por tanto pensar, perdió una posibilidad, aunque el hubiera no es una real oportunidad.

Por completo al tonto le invadió el terror, y por una respuesta incoherente, ya no sabrá, que tanto más, pudo disfrutar.

Y ahora que ya se siente tan solo,  vive con la fantasía de que, a quien tanto buscó y deseó, a quien ya perdió.

Hace lo imposible para volverle a contactar, y así el tonto vuelva a sentirse excitado, tan sólo con su voz escuchar.

Sólo, un tonto solo.

Un tonto que en su soledad, no deja de pensar, que por tonto, perdió tanto.

Que por cobardía, de un ángel bello escapó, tal vez pudo ser de lo que tanto buscó y deseó, pero por tonto, se rindió.

Sabiendo que, el hubiera es una falsedad y que aquel ángel,  es una bella realidad.

Un tonto con tantas heridas en el corazón. Y un ángel que no podrá olvidar jamás.

Un tonto que no calló su sentir, porque le confesó que le gustó a morir, mas no le dijo que el miedo le hizo huir.

Y hoy viviendo inquieto, con la piel calada por tantos deseos que le encendió, y despertó tanto morbo por sentir.

Porque en el tonto despertó las ganas de dos almas fundir, que con tanto extasis y frenesí, al gozar, la gloria pudiesen tocar.

Un tonto que por tanto pensar, ahora solo; sólo le queda fantasear y con sollozos, tanto para recordar.

Sólo, un tonto solo.

SI O NO. NO O SI.

¿Qué si pensé en ti? 

¿Por qué preguntas eso a mí?

¡Obviamente no lo pude eludir!

¡Mejor pregunta, qué no pensé de ti!

Porque lo que de ti pensé, no es apto para con cualquiera compartir.

No es que haya maldad en mi pensar, pero hubo mucho tiempo para fantasear.

Pensamientos lasivos en verdad, ahora puedes entender.

¿Por qué no son aptos, para cualquier edad o susceptibilidad? 

Porque siempre pienso en ti.

Como sello te grabaste en mi mente.

Es tu belleza la que hizo efecto en mi.

Y ahora, de mi vera no te quiero ausente.

En mi puedes encontrar sinceridad, palabra y honestidad.

Mi si es si, y mi no es no, y tu ya estás en mi pensar.

Porque sólo pienso en ti, sólo pienso en ti. Porque me gustas a morir.

Más, además de eso también pienso de ti:

¿Te merezco yo a ti, merezco conocerte y que no seas feliz?

Porque no puedo ser completo de ti, y no te quiero lastimar ni verte sufrir.

Peor aún y más; que llegues a odiarme por causa de mi. 

Porque tal vez no pueda estar allí, cuando necesites de mi calor.

Pues me es imposible. 

Separarme del lado de quien pertenezco hasta el fin.

No preguntes más por favor, si quieres podemos seguir, pero, depende de ti. Si o no.

Creo que podríamos vivir felices, aunque sea así, al final, no soy yo quien decide por ti. No o si.

Sin Malos Entendidos

Deseo con ansias locas, que llegue el momento de nuestro encuentro, pero sabes que; alguien una vez me dijo, que fui sagaz y supe aprovechar porque lo podía lograr, y disfruté, sin tabúes ni restricciones y que supe como usarle. ¡Mentira!, yo jamás a nadie he usado, y ella aún sabiéndolo, tal vez me lo dijo para que me sintiese culpable, y un desgraciado y lo ha logrado, ¿pero utilizarle yo?, ¡jamás!, mas con sus palabras me ha herido, dejándome destrozado, al final, todo un malentendido.

Por eso por favor, dime que entre tu y yo todo está bien claro, que sea un pacto entre los dos, te lo pido, y aunque después de todo, sólo quede en el recuerdo; un hotel, dos cuerpos en llamas de pasión y tal vez, sólo un simple y triste adiós. !Porque utilizarte, jamás!, afinemos los detalles, para que entre tú y yo, no hayan malos entendidos. 

Para que ése día de nuestro encuentro, cuando hagamos nuestro el tiempo, el que mutuamente nos dedicaremos, sea algo más que pasión y deseos, en donde para nosotros, crearemos un universo mágico de extasis, de ensueño y diversión, y que no importe si es época donde la lluvia impera, porque nosotros encenderemos nuestra atmósfera, y nuestro fuego estará creciendo, a pesar del impetuoso invierno. 

El día que te encuentre, te apretare a mi pecho con la poca fuerza que me queda, te aprisionaré entre mis brazos. 

Y acariciaré por completo tu rostro, te daré de mi cariño, y con ternura tocaré tus labios y no podrá ser con mis manos. 

Será con un beso que diga sin decir palabras, ¡cuánto te he estado deseando!, y que ha llegado el momento para poder entregarnos. 

Que valió la pena el tiempo que estuvimos esperando, y tal vez, después de todo, ya no seguiremos buscando.

Será un encuentro de dos cuerpos en atracción, dos almas que se entregan libremente, por completo y sin condición, algo más que deseos y que sobrepase la pasión, reconociendo que nadie está siendo utilizado, porque ninguno de los dos está siendo forzado, pero con freno y desenfreno, lo viviremos disfrutando.

Mientras late un corazón.

 Imaginar y soñar, no cuesta nada soñar, cualquiera con un poco de imaginación lo puede lograr, es posible de alcanzar. Vivir es lo que cuesta tanto; vivir, claro que se puede existir, pero, para poder ser alguien aunque no importante, un valor económico se tiene que poseer. 

Mas en los sueños y en la imaginación yo puedo hasta volar, entonces, ¿quién me va a detener?, ¡los límites los pongo yo!, entonces ven yo te invito y, puedes encender mi imaginación, que es allí donde se puede hacer libre y completo el vivir, en la imaginación, mientras late el corazón. 

Viendo tus fotos, contemplando tu belleza, razón de que muchas imágenes sean creadas en mi cabeza; y la ilusión parece tan real,  que aquí a mi vera, casi te puedo tocar, mientras late mi corazón, yo te puedo desear. 

 

Con tu hermosa mirada, llévame a soñar y a mi corazón, alegría ven a regalar.

Invítame a fantasear, con tu linda sonrisa, por favor, ayúdame a vivir.

Aviva mi imaginación con tu ineludible belleza, ven y enciende mi ilusión. 

Hazme dichoso, aunque sea sólo un poco y en mi imaginación. 

Haz que se encienda, lo que desees con pasión. 

Qué es allí, en los sueños y en la imaginación, en donde no existen condiciones ni limitación. 

Imaginemos; hagamos y dancemos con pasión, la más increible canción. 

Claro que el dinero no lo es todo, pero sin dinero es casi imposible vivir, aunque para imaginar y soñar no se necesita ni un solo centavo. Preguntémosle a aquel pobre vagabundo desventurado. ¿Qué sueña o qué está imaginando? 

Y no es de imaginar que el morir es una regla del vivir; en los asunto de esta existencia al partir, también es muy necesario tener bien lleno un monederero, pero para morir, tampoco es un requisito poseer dinero. Pues el muerto no disfruta más del soñar ni de éste mundo suculento. 

Y si no hay dinero, tan sólo invitame a soñar e imaginar, te lo pido y lo permito, antes de que llegue el momento del frío final, bailemos y jugueteemos, viviendo libremente, sólo imaginemos. Sueña e imagina si está necesitando de alegría, como el mío, tu corazón; inúndalo con fantasías por la noche o por el día. 

Llegó una  nueva ilusión para mi corazón que a mis emociones viene a despertar y la imaginación puede alborotar, pero sé que sólo es otro sueño que en algún momento se tendrá que acabar y en mi vivirá, mientras mi corazón pueda latir, y soñaré, imaginaré, y de fantasías, hasta tenerte, mi mente inundaré y trataré de no precipitarme otra vez.