No sé, aunque lo sé

Corriendo tras de ti, deseándote, y parece que ya te estoy amando, pero con miedo a las sensaciones que el deseo está provocando.

Y no es que esté mal si ya te estoy amando, son las consecuencias que el deseo pueda desatar, es a lo que tal vez le estoy huyendo, de lo que me estoy cuidando.

Pero más difícil es saber lo cerca que estás, y sentir que estás tan lejos de mi, es lo que me hace sufrir, y no estoy exagerando. 

Y yo, construyendo castillos de ilusiones en mi cabeza, los cuales se esfuman en conclusiones, al entender que se pierde de a poco la esperanza, en mazmorra de desilusiones. 

Porque en realidad, no sé si contigo tuve alguna oportunidad, pues para ti pudo ser sólo un juego y nada más, aunque tal vez lo sé, pero no lo quiero reconocer. 

Mas si para ti tengo una pizca de valor, te dejo, para que lo puedas pensar con total libertad y si quieres a mi vera  estar, ya te revelé la única manera de siempre poderme contactar.

Mientras tanto me queda esperar para saber de qué va, consolandome a mismo, sumergido aún más en mi oscura soledad. 

 

Alguien.

No se que está pasando.

Soledad me estás matando.

Necesito estar con alguien.

Alguien que  me haga sentir que también soy alguien.

Porque mi ser se extingue y se hace nadie.

Ángel ven tu eres mi alguien.

Alguien.

Que me ayude en esta angustia de ansias y deseo,  y  con nuestros cuerpos entrelazados, en cualquier lugar todo, con la piel en llamas, se puedan quemar.

Porque quise volar y me parece fue muy alto, hasta donde mi ángel de amor puede llegar y tal vez no tuve lo suficiente para poderle alcanzar.

Fui yo quien no supo como manejar, un vendaval de emociones que estremeció lo que soy, y casi me sentí ahogar, perdiendo las fuerzas para continuar.

Ya lo decía yo en mi interior y ahora sólo me queda soportar y esperar, por ése alguien que esté dónde yo pueda estar o llegar.

Alguien que ayude a mis pasos afirmar, para que mis ilusiones se hagan realidad, y mis imposibles tengan posibilidad.

Alguien que mis miedos los convierta en poder para amar.

Alguien que mis inseguridades me haga olvidar.

Alguien, a quien quiero dedicar ternura y completa fidelidad.

Alguien, un ángel que me ayude a sentir que también soy alguien.

Obsesión.

Te escribo y no me puedo detener, palabras, letras, que describan lo que me haces sentir; ahora suspiro sólo por ti. 

Porque tu me inspiras a escribir de ti y sólo para ti, y parece como obsesión, que se apodera de mi, y no me detengo porque la inspiración por ti, no deja de fluir. 

Porque como un sello te marcaste en mi, robaste algo de mi interior, mas ahora tu no estás aquí, para fundir nuestros deseos con el fuego de nuestros cuerpos. 

Y te suplico una y otra vez, otra oportunidad, yo quiero ponerte feliz. Pues quiero hacer que sientas mucha dicha, cuando estés junto a mi. 

Te busco y te persigo a donde te pude encontrar, quiero demostrar que no es sólo una emoción, y quiero dedicarte mi mejor canción. 

Pero por ahora no quieres escuchar mi voz, y esto no necesita una explicación. 

Porque nuestro momento, lo arruiné yo, y no puedo mentir, me gustas a morir y  quiero darte algo de mi. 

No te alejes pensando que no tengo ninguna buena razón, para que nos sumerjamos en el río de la pasión. 

Te persigo, pidiendo de ti un poco de compasión, oportunidad de demostrar lo que te puedo hacer vivir, y luego decide si me tiras por un balcón. 

Te escribo estas letras, mientras decides si deseas volver a escuchar mi voz. O,  si deseas sentir de una vez, sobre mi pecho, el latir de mi sediento corazón. 

Y no es que sea una obsesión, es que tu llenas mi imaginación. Con ecos de dulzura, lo que de ti, ya esculpiste en mi corazón.

¡Obsesión!, no es obsesión, es que impactaste a mi mente y corazón y ahora sólo quiero que liberemos de nuestra piel cualquier tensión. 

Con ganas de ti.

 Algo se escapó de mis adentros. 

Cuando lo bonito entre tu y yo apenas empezaba. 

Se me fue como se va de entre mis manos el agua. 

Dejándome entumecido el pensamiento, y sin nada. 

Aunque todo parece estar en calma. 

Alejarme de ti, causó desespero en toda mi alma. 

Mi mundo sin ti parece que se acaba. 

Pero yo guardo una chispa de esperanza. 

Que me des una oportunidad para matar estas ansias. 

De poseerte entre mis brazos, y ya no más esta almohada. 

Y que sea mia y sólo mia. 

Tu piel mientras encendemos la pasión en tu cama. 

Que se una a mi ser el calor que te acompaña. Como se une el río al mar. 

Porque tengo ganas de ti, y sueño contigo y no puedo dormir. 

Porque tengo ganas de ti, te miro y te deseo más, porque me gustas a morir. 

Y quiero escaparme aún así, porque tengo miedo. Para ti ya no prescindir. 

Y siempre tengo ganas de ti. 

No me basta ver desde lejos tu majestad. 

Yo quiero tenerte aquí, disfrutando junto a mi 

Nuestro plan no era para algo de paso, y vaya que le dimos alas. 

Entre tantas palabras que encantaban. 

Y el sueño con esperanza, de un encuentro en donde nos entregaríamos toda el alma. 

Con prisa pero también con calma.

Sueños y fantasías, esperanza para una cama. 

Aprender, recibir y entregar para no ser mezquinos al amar. 

Y disfrutar de las mieles del deseo y de la pasión y gozar. 

Sumergirnos completamente en ellos como en el mar. 

¡Quédate, no te me vayas a escapar! 

Porque si tu ya no estás, algo en mi mundo morirá, y con su propia arma, dejará en triste pena esta alma, que por el dolor de tu ausencia, se extinguirá. 

Fuego en la imaginación.

Y  volverlo a repetir. 

Por cobarde me escapé de ti. 
Tu belleza impactó en mi. 

Y en mi utoestima no me creí suficiente para hacerte feliz. 
Tu carisma, bonitas fantasías en mi ser despertó y tuve miedo de volver a sentir. 

Volver a sentir amor y disfrutar del fruto del deseo, con alguien así; a quien no quise lastimar. 

Me quedé con la vida que vendría. 
Mientras me tortura mi indecisión. 
Aferrándome a promesas que no son para nada vacías. 
Mientras me atrapa la frustración. 
Porque no hice caso a la piel y al corazón. 
Abriendo la puerta a la razón. 
Y el deseo sólo quedo insatisfecho y en la imaginación. 

Te conocí y querer tocarte fue mi ilusión, pero fue como intentar tocar con mis manos el sol. 

Imposible de alcanzar, y solo, sólo me llegue a quemar, porque del deseo, sólo la ilusión me quedó. Aquí adentro con fantasías  y remordimientos y fuego de pasión. 

Por cobardía me negué a vivir. 
Las sensaciones que me dijiste me harías sentir. 

Por cobardía, mi corazón huele a hospital, porque no aprende a medirse al sentir o al amar. 

Mil pedazos que duelen al sanar. 

Y otra vez, lo escuché quebrarse al escapar, una idea tonta que martiriza y por olvidar. 

Es que tuve miedo de vivir, enamorarme y disfrutar,  mis prioridades tengo que saber ordenar, porque pueda que muera esperando un beso, del ángel que el deseo de mi piel, vino a alborotar. 

Proceso

Yo que por ti esperaba a la orilla del mar, para unirnos y así juntos poder disfrutar. 

Llegaste pero en el proceso de nuestro encuentro, mostraste tu yo real. 

Disfrutamos un tiempo sin igual, varias fantasía hechas realidad. 

Me escuchaste pero no me quisiste entender, percibí tu frialdad. 

Me hiciste sentir lo que no había pensado vivir, podría decir, que fue delicioso y fatal. 

Pero destruiste la ilusión, de que aún era posible, seguir sin pensar en un abrupto final. 

Porque entre tu y yo, sólo existía tu razón y no te importó lo que sentía mi corazón. 

Y no pudiste entender que yo soy libre en mi jaula de luz y barras de cristal, para mi es lo normal. 

Mas en el proceso descubrí que fue mejor dejarte en libertad

Y lejos de mi, avances y vivas, como quieras vivir, para que ya no me trates mal. 

Fue mejor, porque pude comprender que entre tu y yo hay una diferencia abismal. 

Separados el uno del otro, puede ser más útil, sin terminar en calamidad. 

Pero en el proceso de mi andar, a éstas alturas o a esta edad. 

Es cuando ya comienza a ser una molestia la soledad y me pregunto.

¿Será que me equivoque, al no poder cambiar a tu deseo y voluntad? Algo retórico en verdad. 

Angelical.

No quería lastimarte. 

Yo ya sabia muy bien que te correspondería. 

Y que seríamos el complemento para nuestro día, muy buena compañía. 

Pero sabía que no sería para cada instante, menos para toda una vida. 

Muy bien que lo sabía, y no quería lastimarte. 

Entonces busqué el mejor momento para la uida. 

Y yo quería cuidarte, porque eres angelical, como bellísima obra de arte. 

Y ahora es por lo que me flagelo,  aunque duele y arde, quiero cuidate. 

Me sumerjo en un río de soledad y aflicción, para no herir a tu corazón. 

Alejarme de ti me es terrible, pero parece ser lo mejor. 

Mis sueños y mi deseos quedarán truncados, consumiendome en mi vapor. 

Martirizando mi piel y mi carne porque no te tengo aquí, haciéndonos dichosos, con amor. 

Mientras que tu belleza, como realeza turquesa, sólo la contemplo desde lejos. 

Y va creciendo mi necesidad  de, poseerte, pero sólo puedo verte.

Aunque sólo es, a través de espejos. 

Pero te quiero aquí junto a mi. 

Viviendo la experiencia mas  extaciante y angelical, de mis tiempos. 

Pero no quería lastimarte. 

Alejarme es lo mejor, aunque me duele, sólo me queda en silencio, aguantar mi desastre.

Casi amor.

Angel de mis sueños, ya que atrapaste a mi corazón. 

No necesariamente tiene que ser amor. 

Pero si, un poco más que un simple querer. 

Y descubrirás el secreto para tenerme siempre a tus pies.

Para darte de mis brazos y de mi cuerpo, todo su calor. 

Angelito que me cautivó, tan sólo llévame a volar. 

Porque de mi amor me encargo yo. 

Porque ya aprendió, un poco a saber esperar. 

Por esta noche, sumerjamonos en los placeres de lo carnal. 

Como se sumerge el cuerpo en un mar.

Y ya bien mojados, sumamente  empapados.

Sumergidos y sedientos. 

Saciemos cualquiera de nuestros deseos. 

Extaciemonos en la entrega del momento. 

Y después, si quieres, lo vuelves a pensar.

Belleza de ángel que mis pantalones vino a agitar. 

Y si sólo fui como un pequeño río que se perdió en tu mar. 

Comprenderé que sólo fue otro momento angelical, para volar y disfrutar. 

Aunque no sea amor, me puedo entregar. 

Quédate para que siempre te pueda encontrar. 

Para que nunca me hagas exclamar:

¡Dónde estás amor! Amor; ¡dónde estás amor!

Porque es casi amor.